A lo largo de los siglos, desde el XVI hasta la actualidad, La academia de San Carlos ha sido el crisol donde se han moldeado sucesivas estirpes de creadores, muchos de los cuales desempeñaron un papel fundamental en la configuración de gran parte de la herencia cultural arraigada en el corazón mismo del Centro Histórico.
El Centro Histórico resguarda el edificio civil más destacado, que resplandece con una colección significativa de obras del influyente artista del siglo XX, así es estamos hablando de los murales de Diego Rivera. Su maestría en la técnica de pintura al fresco desempeñó un papel crucial en la construcción de la identidad de una nación en plena transformación tras la Revolución.